Desde hace décadas, los médicos nos han estado contando los beneficios de la dieta mediterránea y de uno de sus ingredientes estrella: el aceite de oliva.
Sin embargo, cuando vamos al supermercado nos encontramos diferentes productos que llevan este nombre y varios apellidos. Hay aceite de oliva, de orujo de oliva, oliva virgen y virgen extra.
La pregunta es si hay muchas diferencias entre unos tipos de aceite de oliva y otros, y si realmente merece la pena gastarse un poco más en un aceite de oliva virgen extra, que es el más caro.
El reglamento europeo establece con claridad la denominación que debe tener cada uno de estos productos en función de su producción y sus características finales.