Desde el año 2012 la provincia de Jaén no ha tenido un año húmedo (esto significa tener precipitaciones superiores a los 800 metros cúbicos al año); desde la campaña 2017/2018 no se registran más de 600 metros cúbicos de lluvia al año y desde 2020 las lluvias han sido menores a los 400 metros cúbicos al año. Estos son datos realizados por técnicos de COAG Jaén, que han analizado los registros de precipitación, temperaturas singulares y el índice de desertificación, desde 1902 hasta la actualidad. A esto hay que sumarle los dos años de sequía que lleva la provincia de Jaén a su espaldas, la misma tierra que hoy inaugura la edición número 40 de Expoliva. En este sentido, COAG Jaén pedirá en esta Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, un rescate para las explotaciones olivareras de la provincia, también extensible a otros cultivos y actividades agrarias como consecuencia de la sequía.
A través de un comunicado, manifiestan que la situación del olivar "comienza a preocupar", especialmente cuando se está afrontando "las consecuencias de una anterior campaña desastrosa". "Aunque es muy pronto para dar datos sobre producción de cosecha, sí se pueden ver las pérdidas ocasionadas por la ola de calor inusual para el mes de abril en muchas zona de campiña, a lo que se une la situación de sequía desde hace años, la falta de lluvia, y la escasa dotación de agua", señalan desde la organización agraria.
Técnicos de COAG Jaén hablan ya de una próxima cosecha media baja, en la que los secanos, como es habitual cuando las precipitaciones son escasas, son los más afectados. Según COAG, la primera ola de calor del mes de abril ha marcado la producción en las parcelas en las que se ha adelantado la floración, especialmente en la zona de la Campiña Norte, en el eje de Marmolejo, La Carolina, y Mengíbar, ya que," o la flor se ha quemado o en las flores en las que ha llegado a cuajar el fruto, se está comprobando que éste no es viable".
Por lo tanto, según COAG, "habría que hablar no tanto de zonas como de parcelas", porque "hay lugares donde una parcela no tiene nada y otra sí, incluso olivos con ramas con flores quemadas y otras no". De forma que, "hay parcelas con olivares agotados debido al estrés hídrico, y otras que se encuentran en mejor situación por ser terrenos menos secos".
En lo que se refiere al olivar de riego, COAG ha señalado que ha tenido "buena floración, con un cuaje medio, que se ha adelantado unos diez días". Estos días de calor lo han afectado, aunque de distinta forma ya que "si la flor abrió en un día de mucho calor se quemó, si ese día era más fresco siguió adelante". Asimismo, los técnicos han podido comprobar que "hay muchas flores que no han sido viables y han perdido el fruto"
"La floración se ha adelantado y se ha desarrollado de forma muy rápida lo que hace que no sean viables y no den lugar a aceitunas, no haya buena polinización, ni suficiente polen", dicen los técnicos de COAG y añaden que "se está observando que algunas flores, no se están quemando sino que se están desecando, arrugando, a causa de la baja humedad".
A la sequía, COAG suma "las escasas dotaciones de agua para riego, que apenas si darán para que el árbol no se seque, y el desorbitado aumento del precio de la electricidad que encarece los riegos".
Otro dato que da pistas de cómo se encuentra el olivar son las concentraciones de polen, aunque se han alcanzado días extremos no se han registrado como en otros años picos de 40.000 /50.000 granos por metro cúbico. Si las señales en el campo confirman las malas previsiones, "serían dos malas cosechas de aceite, una ruina para el olivar jiennense que cada vez más cerca la necesidad de un rescate" porque "está claro que la subida de precios no nos va a compensar ni mucho menos cuando no se tiene aceite no hay ingresos en las explotaciones".
El secretario general de COAG Jaén y responsable de Olivar en COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, ha señalado que en la organización están "especialmente preocupados por aquellas familias que tienen únicamente ingresos del campo". Por eso, "urge un plan de rescate, como ya lo ha habido para otros sectores, porque nos enfrentamos a una situación inédita que pone a la agricultura jiennense contra las cuerdas". Ávila ha indicado que la situación de extrema sequía también ha puesto al borde del precipicio a otros sectores en la provincial como el cereal, la apicultura "con expectativas de una cosecha nula", el algodón que "no va a poder salir adelante en la práctica totalidad de la provincia"; el almendro que "con la dotación de riego asignada correo un serio peligro de secarse, o a los ganaderos sin pasto".
Ha puesto el acento en que ciclos en el clima ha habido siempre, al igual que se han sufrido otros períodos de sequía, pero "la severidad con la que están apareciendo estos últimos años nunca la habíamos padecido", por lo que se hace necesario "un análisis de los datos históricos disponibles de una manera estrictamente objetiva".